viernes, 29 de abril de 2011

Ritmo

“¿Estás cansado? No importa, si te tomas estas bebida energética puedes seguir”. Parece el eslogan de la vida moderna. Descansar, darle espacio al cuerpo se toma como algo totalmente secundario… hasta que el cuerpo empieza a protestar seriamente, claro, porque lleva aguantando años un ritmo absurdo. Entonces si te duele la espalda, quizá encuentres un hueco en tu agenda para pasar por un spa o acudir a un masajista. Y luego… sigues, por supuesto. Dormir poco para ver la tele se suple con la ingesta de unos cuantos cafés diarios, que estimulan tu organismo para poder hacerse cargo de la vida llena de actividades. Cuantas más mejor. La ansiedad que conlleva el “no parar” ya aparecerá luego y se tratará con ansiolíticos (las estadísticas de ventas de ansiolíticos y calmantes son alucinantes).
Y el caso es que todo el mundo asume que ese ritmo de vida no es sano, pero parece estupendo llevarlo y aguantar. ¿Realmente es estupendo? ¿Realmente es lo que quieres?  ¿Eres capaz de disfrutar? ¿Eres capaz de estar contigo mismo en ausencia de estímulos externos? ¿Te aguantas? ¿Te quieres? Es difícil querer a otros si no te quieres a ti mismo.
Quizás estemos totalmente equivocados y empecemos por donde no es, quizás  disfrutar de la vida sea sentarse un rato contigo mism@, cerrar los ojos y sentir la dicha de estar aquí. Y quizás sea a  partir de ahí donde tenga más sentido que empiece el resto. A lo mejor partiendo de ahí es más fácil tomar conciencia de lo que realmente quieres sin que te manipulen tanto la publicidad y los medios de comunicación en general. Encontrarte en medio del caos. Saber quién eres, construir tu propia opinión. Aprender a escuchar a tu cuerpo y respetarlo.
Pero para todo eso tienes que darte espacio para escucharte, espacio para ti, vacío de otras cosas. Nada más sencillo para ello que sentarte a meditar… Atrévete a escuchar tu propia voz y podrás bailar al son de tu propia música… está enterrada bajo melodías ajenas a las que han subido mucho el volumen, pero si prestas un poco de atención, la encontrarás, y poco a poco, sonará más fuerte, y te darás cuenta de lo bella que es. Te preguntarás cómo es posible que no la hubieses escuchado antes. Pero dará igual, porque la danza de la vida siempre es nueva, fresca y sólo espera una cosa: que bailes.

lunes, 18 de abril de 2011

Pensar o Vivir

Estás en la playa, tumbado en una hamaca, hace sol pero corre una brisilla estupenda debajo de tu sombrilla, te llega el sonido de las olas del mar. Todo tu cuerpo está relajado, ves pasar una gaviota, oyes de lejos a los niños jugando… es un momento divino… y entonces… piensas –pues qué bien estoy- y una vocecilla en tu propia cabeza continúa –pues sí, menos mal que tengo estos días de descanso para dejar atrás el estrés del trabajo. Dichoso informe que dejé a medias… bah! Ya lo terminaré a la vuelta, si total, ese tío no se va a enterar de nada, porque… - Has caído en la trampa. Hace rato que tu cuerpo ha empezado a responder sutilmente a esa vocecilla de tu cabeza, a prepararse para una tarea poco grata subiendo un pelín tu nivel de actividad, abandonando esa gran relajación a la que se había entregado. El diálogo puede seguir un buen rato. Estás en la playa pero no la sientes de verdad… Tan acostumbrados estamos a pensar la vida en vez de vivirla…
Dicen los orientales que los occidentales enfermamos porque no dejamos descansar a la mente. Nadie nos habla en el colegio de lo importante que es esto. No somos conscientes de que el diálogo es interminable, y repetitivo, día tras día. Si te acercas a la meditación te darás cuenta, y aprenderás a acallarlo poco a poco. Encontrarás el verdadero descanso más allá de los pensamientos.
Quédate en la playa, siente la brisa, deja que llegue hasta ti el sonido de las olas, de los niños jugando. Déjate sentir tu cuerpo… No hace falta que te cuentes lo bueno que es ese momento. Siéntelo, deja que los pensamientos se acallen, no desperdicies el relax, los grandes momentos… pensándolos, intelectualizándolos… Vívelos.

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Danzando con el Universo by Almudena A. Muñoz is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
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